Nanoburbujas: ¿Solución o una bomba de CO₂?

En la industria salmonera, la calidad ambiental del fondo marino es clave para garantizar la sostenibilidad de las operaciones. La acumulación de materia orgánica, proveniente de fecas y alimento no consumido, puede generar condiciones anóxicas y dificultar el cumplimiento de los parámetros exigidos por el Informe Ambiental (INFA). Frente a este desafío, han surgido tecnologías como las nanoburbujas de oxígeno, promovidas como una solución efectiva para mejorar la calidad del sustrato. Sin embargo, ¿realmente solucionan el problema o generan nuevos impactos ambientales?
La oxidación de la materia orgánica: una solución parcial con efectos colaterales
Las nanoburbujas de oxígeno funcionan inyectando oxígeno en forma de burbujas ultrafinas que favorecen la oxidación de la materia orgánica. La ecuación básica de este proceso es:
Materia orgánica + O₂ → CO₂ + H₂O
Si bien esta reacción reduce la cantidad de materia orgánica en el fondo marino y puede ayudar a cumplir con el INFA, también libera dióxido de carbono (CO₂), un gas de efecto invernadero directamente vinculado al cambio climático. Además, no toda la materia orgánica se oxida completamente, lo que puede generar residuos intermedios que afectan la biota bentónica. En otras palabras, el uso de nanoburbujas puede mejorar temporalmente la calidad del sedimento según los criterios del INFA, pero lo hace a costa de incrementar la huella de carbono de la industria.
Más allá de la remediación superficial: el problema de la solución efímera
Otro aspecto a considerar es la efectividad a largo plazo. Las nanoburbujas actúan solo en la capa superficial del sedimento, sin penetrar en los estratos más profundos donde se acumulan grandes cantidades de materia orgánica. Esto implica que su acción es limitada y no garantiza una regeneración completa del ecosistema bentónico. Además, aunque su impacto en la acidificación local del agua pueda ser moderado, cualquier incremento de CO₂ en el agua puede alterar el equilibrio químico del ecosistema marino y afectar la fauna local.
Embiotic Biorremediador: una alternativa sostenible y efectiva
A diferencia de las nanoburbujas, Embiotic Biorremediador ofrece una solución integral basada en tecnología microbiológica. Su acción no solo remueve la materia orgánica, sino que también aporta beneficios adicionales que favorecen la salud del ecosistema marino sin generar emisiones de CO₂:
Además, Embiotic ha sido probado en condiciones reales de producción, demostrando su eficacia y compatibilidad con los protocolos operacionales actuales. Su aplicación es sencilla y no requiere modificaciones estructurales en los procesos productivos.
Reduce la materia orgánica de manera eficiente y profunda, penetrando en las capas del lodo donde las nanoburbujas no pueden actuar.
Actúa de forma prolongada, manteniendo su efecto más allá del momento de aplicación y evitando la necesidad de intervenciones frecuentes.
Disminuye los gases de efecto invernadero, reduciendo el impacto ambiental y la huella de carbono de la industria salmonera.
Promueve la biodiversidad al introducir microorganismos benéficos compatibles con la microbiota local.
Biodisponibiliza nutrientes, permitiendo que los elementos esenciales sean aprovechados por el ecosistema y no se conviertan en desechos acumulativos.
Mejora el pH y el potencial redox, condiciones clave para mantener un ambiente saludable y evitar procesos anóxicos.
La urgencia de soluciones realmente sostenibles
En un contexto donde la sostenibilidad es un factor crítico para la continuidad de la industria salmonera, es fundamental optar por tecnologías que no solo resuelvan los desafíos ambientales inmediatos, sino que también contribuyan a la reducción del impacto a largo plazo. El uso de nanoburbujas de oxígeno puede ser una solución rápida para mejorar los indicadores del INFA, pero su costo ambiental en términos de huella de carbono y emisiones de CO₂ no puede ser ignorado.
Embiotic Biorremediador representa una alternativa real y sostenible, capaz de transformar el fondo marino sin generar efectos secundarios perjudiciales. Para una industria que busca cumplir con regulaciones ambientales cada vez más estrictas y reducir su impacto en el cambio climático, elegir tecnologías responsables es más que una opción: es una necesidad.
Responses